Federico Camino
Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú desde 1974. Estudió en Lima, París, Bonn y Munich. Sus tesis de filosofía estuvieron dedicadas a la influencia de Husserl en Merleau-Ponty y a la noción de “mundo de la vida” en ambos pensadores. Además de sus cursos regulares de Historia de la Filosofía Antigua, Metafísica y Filosofía Moderna, ha dedicado seminarios al estudio del pensamiento de Heidegger, filósofo de quien ha sido alumno y del que ha traducido algunos textos al español.
La filosofía y el juego de la vida
Es el ocio (sjolé en griego significa escuela; la escuela, originalmente, debe administrar el ocio) lo que posibilita la filosofía, según los creadores de ella, los griegos. El ocio permite sorprendernos, admirarnos (taumazein) de aquellas cosas que las ocupaciones, por lo que son, cubren o esconden, sobre todo que nosotros y las cosas seamos. Ese descubrir no es otro que constatar el juego que significa existir en un mundo que oculta sus reglas. La filosofía es básicamente, entre otras cosas fundamentales, la búsqueda de las reglas del juego de la vida.
